Sep 18
20150
commentsBy Marta Cruz
In Emprendedores, Mi experiencia, solo lo que pienso
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La influencia de Venus … o porqué agradezco tener una mentora.
Este es un post invitado de Diego Jolodenco
En los años noventa hubo un libro que se hizo muy famoso: “Los Hombres son de Marte, las Mujeres son de Venus”. Llegó a convertirse en best seller al abordar la problemática de las relaciones entre hombres y mujeres. John Gray, el autor, pone el foco en las diferencias, especialmente las psicológicas, a las que considera como el origen de los conflictos pero también, el origen de las soluciones. Siempre me llamó la atención el título que hace referencia a los dioses de la mitología romana: Venus, la diosa del amor y lo femenino y Marte, el dios de la guerra y lo masculino. Tal vez, no sea casual que muchas veces se compare metafóricamente al emprender con ir a la guerra: táctica y estrategia, reconocimiento del terreno de combate, analizar las fortalezas propias y las debilidades de la competencia, la necesidad de llegar a la victoria con los recursos disponibles… los paralelismos son inagotables. Y como si esto fuera poco, en más de un libro o entrevista, muchos emprendedores famosos hacen referencia a “El Arte de la Guerra”, de Sun Tzu y su influencia a la hora de crear una compañía. Era lógico, entonces, que hasta no hace mucho tiempo, el mundo de los emprendedores tecnológicos hubiera estado reservado en gran medida a los hombres: todos al combate y gritando como locos. Y si la metáfora militar no hubiera sido suficiente, los universos nerds/geeks tampoco solían ir de la mano de las mujeres. Al menos, no en el imaginario popular (sino, averigüen/googleen sobre Margaret Hamilton y el software del Apolo 11). Por suerte, y al igual que en muchos otros aspectos, las mujeres fueron ganando terreno y comenzaron a dejar su marca en el mundo emprendedor, de la misma manera que ser caracterizado como geek o nerd pasó de ser adjetivos peyorativos a transformarse en motivo de orgullo y en algunos casos, hasta algo aspiracional. Pero lo bueno de estos cambios es que no igualan a hombres y mujeres. Las mujeres son diferentes y eso es bueno: tienen esa mezcla de sexto sentido e instinto maternal y suelen ser más sensibles y complejas a la hora de analizar la realidad. Saben manejar el arte de la seducción mejor que nosotros (vital en el mundo de los negocios) y son multitasking por naturaleza. Y si no, pregúntele a mi madre. Y a la hora de emprender y formar un equipo nada mejor que contar con diferencias que complementen. Y para obtener buenos consejos y recibir buen feedback, nada mejor que alguien que pueda ver las cosas desde otra perspectiva. En definitiva, por todo eso agradezco tener una mentora. Una mujer en quién confío hace ya mucho tiempo y a quién sé que puedo recurrir por ayuda y consejo para pensar los próximos pasos o analizar los que he venido dando. Seguramente una mujer va a ver cosas que yo no voy a ver, pensar cosas que no voy a pensar y recomendar estrategias que –casi seguro- a mi no se me ocurrirían: mi instinto me lleva a la espada y el escudo, pero mi mentora, me entrega otra visión. Por supuesto que también cuento con mentores, amigos y referentes a quienes valoro infinitamente. Mi mentoría en manos de Venus no es excluyente y tampoco pretendo hacer discriminación inversa, pero son muchas las ocasiones en que decido recurrir primero a ella. A lo largo del tiempo, demostró ser quién mejor sabe cuestionar mis supuestos y ayudarme a repensar el camino. También es de las primeras en reconocer mis aciertos y alentarme a seguir adelante sin bajar los brazos. Por suerte, cada vez son más las mujeres emprendedoras. Algunas, como mi mentora, tienen mucha experiencia, son referentes y conocen esta industria tanto o más que muchos hombres. En resumen: no importa si se es “marciano” o “venusina”, encontrar mentores no es tarea fácil y tampoco hay recetas ni verdades absolutas para lograr que se genere esa química entre alumno/a y maestro/a. El único consejo que me animo a dar es siempre buscar a alguien que sea complementario, alguien que piense y vea el mundo distinto. Y porqué no: idealmente alguien de otro planeta. Si es Venus, mejor.
Diego Jolodenco. Es emprendedor, apasionado por la tecnología, el marketing y la publicidad. Siempre buscando oportunidades en internet, nuevos medios y redes sociales. Anteriormente fue socio y Business Development Manager en Comenta.TV, y co-fundador de Cupónica, además, es desarrollador en vCardFile.com & Bettween.com