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Inversiones de impacto, inversiones con propósito

Inversiones de impacto, inversiones con propósito

Este año me sumé al  Grupo de trabajo de Inversión de Impacto de Conosur, liderado por Maria Laura Tinelli. Actualmente apoyado por 60 organizaciones de diferentes sectores, el Grupo fue fundado el 10 de marzo del 2016, y está conformado por actores clave de sectores comprometidos con el desarrollo de la inversión de impacto en la Argentina, Paraguay y Uruguay. Surgió por el impulso de Acrux Partners Ltd. y el apoyo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y está inspirado en iniciativas desarrolladas en el Reino Unido y Brasil. 

Los objetivos del grupo son:

  1. Generar y conectar una masa crítica de actores clave para consolidar y ampliar el mercado de inversión de impacto en la Argentina.
  2. Instalar a la Argentina como destino atractivo para inversiones de impacto, tanto de inversores locales como globales.
  3. Facilitar el flujo de capital hacia empresas y negocios de triple impacto.
  4. Acompañar a los gobiernos en el desarrollo de las condiciones necesarias a nivel regulatorio y fiscal para el desarrollo de este mercado.

¿Por qué me sumé al grupo? Porque si bien el término inversión de impacto es escuchado hace tiempo, aún se lo sigue relacionando solamente con el término “Inversión social o inversión en filantrópica”, y con ello se lo vincula al aporte que hacen organizaciones desde las áreas de Responsabilidad Social Empresaria, ya que este tipo de inversiones sólo apuntan al impacto social y ambiental. Las inversiones de impacto, sin embargo, van más allá: son inversiones realizadas en compañías, organizaciones y fondos con la intención de generar, además de impacto social y medioambiental, un retorno financiero. 

Por eso,  en esta entrega he invitado a Maria Laura Tinelli, actual Chairman del grupo de Impacto, a que comparta su conocimiento acerca de este mercado a nivel no solo regional, sino también global. Es una lectura que deja claro que cada vez son más quienes invierten considerando seriamente las tres variables de impacto – lo que llamamos I3-: social, ambiental y económico, pues el futuro es, sin dudas, el de los inversores que invierten con propósito; es decir con el propósito de mejorar la vida de los habitantes de nuestro planeta.

El mercado de inversiones de impacto global y regional

María Laura Tinelli, directora de Acrux Partners y líder del Grupo de trabajo de Inversión de Impacto Conosur

Según datos del último informe del Global Impact Investment Network (GIIN)[1], el tamaño del mercado de inversión de impacto global estimado al final de 2019 es de USD 715.000 millones. Un 70% son gestores de activos, mientras que el 17% son fundaciones, el resto son cooperativas de crédito, bancos, DFIs, family offices, fondos de pensiones y compañías de seguros. El mercado sigue creciendo y diversificándose, con nuevos inversores que ingresan para establecer prácticas de inversión de impacto y asignar capital adicional a inversiones que busquen generar un impacto positivo en el medioambiente o la sociedad.

Más de 1.200 gestores de activos representan un poco más de la mitad de los activos de la industria bajo gestión (54%), mientras que 50 instituciones de desarrollo (DFI) gestionan poco más de un tercio de los activos totales de la industria (36%). Los fondos de pensiones y las compañías de seguros gestionan el 3% del total de activos directamente invertido, al igual que las instituciones financieras. Las fundaciones y los family offices representan proporciones más pequeñas del total de activos gestionados.

Los inversores asignan capital a nivel mundial, asignando un 55% de los activos totales a mercados desarrollados y un 45% a mercados emergentes. América Latina figura como el tercer destino en interés inversor, después de Estados Unidos/Canadá y Europa respectivamente. En términos de inversiones de impacto, América Latina presentó una tasa de crecimiento anual compuesta del 21% entre 2015 y 2019 detrás de Europa y SE asiático, según el último informe de LAVCA[2], con 27 exits (salidas) registrados en 2018, caracterizado por un viraje hacia inversiones en estadio de crecimiento.

Sin embargo, el destino de la mayor parte de estas inversiones se ubica en los mercados más desarrollados a saber: Brasil, México y Colombia. Según el informe de LAVCA, Brasil captura 25% de la inversión regional con 17 fondos invirtiendo, México ocupa el segundo lugar a nivel global en cantidad de acuerdos de impacto en PE y VC con USD 1.5bn invertidos en 137 acuerdos, y Colombia cuenta con 13 fondos nacionales e internacionales de impacto invirtiendo en el país.

El capital privado y emprendedor (PE y VC) en América Latina ha experimentado un fuerte crecimiento en la última década, tanto en volumen de transacciones como en número de jugadores en el ecosistema. En este contexto, la inversión de impacto ha acompañado este proceso, en particular en aquellos mercados donde se evidenció mayor desarrollo de la inversión privada. Según un informe de ANDE- LAVCA mencionado[3], se identificaron 78 grupos que realizaron inversiones de impacto en América Latina entre 1997 y 2016, la gran mayoría de las cuales (80%) ocurrieron luego de 2007.

A grandes rasgos, podemos dividir la región en dos grupos de países. El primero, conformado por Brasil (USD 186.000.000), México (USD 392.000.000) y Colombia (USD 52.000.000) y Perú, si incluimos el segmento de micro-finanzas, ya ha desarrollado un incipiente ecosistema de inversión de impacto. Esto les permite ser destinatarios de la mayor parte de la inversión disponible para este segmento en la región.

El segundo grupo, conformado por algunos países de Centroamérica, Perú, Bolivia, y, dentro del Cono Sur, Paraguay, Argentina, Chile y Uruguay, encuentra el armado de su ecosistema inversor aún en etapas tempranas, trabajando en el fortalecimiento de las condiciones necesarias para el surgimiento de este mercado. En este contexto, Paraguay, Perú y Bolivia figuran entre los más rezagados.

El crecimiento del capital privado y emprendedor en los cuatro países del primer grupo es lo que ha posibilitado que surja un ecosistema dinámico que sea propicio para la formación de fondos e inversiones de impacto, debido a la reducción de los costos de transacción comunes a esta actividad.

También es importante notar que los gobiernos y fondos de pensiones locales en dichos países, junto con organismos multilaterales, han jugado un rol fundamental como inversores en la formación de un conjunto de gestores de fondos de capital privado locales. Además del potencial rendimiento financiero que ofrece el capital privado como instrumento de inversión, la participación de estos inversores en los administradores de fondos locales primerizos tuvo como rasgo característico y compartido el impacto económico y social que estos buscaban generar a través de sus inversiones a nivel doméstico. Razón por la cual, si bien la gran mayoría de estos gestores no se definen como inversores de impacto, el grueso de su base inversora tiene la intencionalidad de generar un impacto positivo a nivel local.

En cuanto a los sectores más relevantes, los inversores han asignado la mayor parte de sus activos a los sectores de la energía, alimentos/agricultura, acceso a finanzas, fintech y las micro-finanzas, vivienda, salud y agua, saneamiento. Los sectores de alimentación/agricultura, energía y salud, son los sectores más populares y, junto con agua y saneamiento, los sectores de mas rápido crecimiento.

La magnitud del impacto de Covid-19 sobre la economía y desarrollo mundial, las finanzas sustentables y de impacto denotan un marcado crecimiento tanto como reacción y respuesta a las necesidades inmediatas de la pandemia (sobre todo en economías emergentes), y en el incremento de los fondos destinados a inversiones de impacto para la etapa de reconstrucción de las economías.

Esta tendencia y auge de los fondos catalogados como impacto post Covid, corre en paralelo con un marcado incremento e interés del sector financiero por las inversiones catalogadas como sustentables.  En el primer trimestre de 2020 USD 14.0 mil millones de activos han sido invertidos a fondos sustentables, sobrepasando ampliamente más de la mitad del total de los fondos asignados a este tipo de inversiones en el 2019[4].

[1] Annual Impact Investment survey 2020, Global Impact Investment network (GIIN), 2020
[2] El Panorama de la Inversión de Impacto en América Latina LAVCA-ANDE (2018)
[3] En los próximos meses se publicará la actualización de este estudio, publicado por LAVCA y ANDE.
[4]  https://www.blackrock.com/institutions/en-gb/our-clients/defined-contribution/esg-amid-covid-and-beyond

Sobre María Laura Tinelli

María Laura Tinelli es Licenciada en Relaciones Internacionales y cuenta con un Master en Estudios del Desarrollo de la Universidad de Londres SOAS. Directora de la firma de inversión de impacto Acrux Partners, posee una vasta experiencia en la incidencia y concientización de inversores en materia de Inversión Responsable y de Impacto. Trabajó para los Principios para la Inversión Responsable (UNPRI), tiene 15 años de experiencia gestionando la ejecución de proyectos de desarrollo sostenible financiados por el Gobierno Británico y la Unión Europea y es Miembro del Directorio del Global Steering Group on Impact Investment  y representante de SDG Impact Standards para el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo para América Latina. Lidera el Grupo de Trabajo en Inversión de Impacto para Argentina y es co-fundadora de la Red Latinoamericana de Pago por Resultados y del LatinSIF.

María Laura ha escrito y publicado varios estudios, artículos sobre Inversión Responsable y de Impacto, el Manual de Métricas e Indicadores de Impacto de la Secretaría de Medioambiente Argentina (2019) y uno de los capítulos del Routledge Handbook of Responsible Investment and the Cambridge Handbook of Institutional Investment and Fiduciary Duty publicado en 2015. Asimismo es profesora de la materia Finanzas Sostenibles en la carrera de Administración de Empresas de la Universidad Di Tella en Argentina.


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